Autores: Javier Castillo
Editor: Formación Alcalá
Año: 2021
Descripción: 160 p.
ISBN: 978-84-18980-02-2
"Anatómicamente, se puede comparar el suelo pélvico con una estructura
compleja en forma de doble cúpula (o de rombo si se abducen los miembros
inferiores), que cierra la parte inferior del anillo pélvico. Esta
estructura se extiende desde el pubis hasta el ano y está formada por
diferentes ligamentos, músculos y sus fascias, los huesos donde se
anclan, las vísceras que se contienen en su interior, y por todo el
paquete vásculo-nervioso que las inerva y riega. Clásicamente, la
definición de suelo pélvico o periné habla de un conjunto de estructuras
musculares, viscerales y aponeuróticas, que cierran la porción inferior
de la cavidad abdomino-pelviana, y que está formado por estructuras
estáticas (pasivas) y dinámicas (activas). Hoy día, se ha adquirido una
visión más bien integral tanto anatómica como funcionalmente, donde se
relacionan las vísceras, las fascias, la musculatura y su inervación.
Esta integración debe ser dinámica para realizar las funciones que se le
presuponen, pero a la vez debe mantener su estática.
En base a las
características propias, podemos deducir que la mujer está más expuesta a
sufrir alteraciones del suelo pélvico, pero no se puede olvidar que
existen determinados factores, exclusivos del hombre, que pueden afectar
a las estructuras que componen el periné, como la cirugía prostática,
enfermedad de Peyronie, o dispareunia masculina, que pueden dar como
resultado una alteración patológica. El hombre, al igual que la mujer,
no está exento de sufrir algún tipo de alteración perineal o urológica a
lo largo de su vida, por ello, es recomendable fortalecer el suelo
pélvico y todas las estructuras relacionadas, simplemente con el
objetivo de mejorar su calidad de vida, como prevención, o como
tratamiento. En fortalecimiento del suelo pélvico está especialmente
indicado en varones que hayan sufrido algún episodio de incontinencia
urinaria, alguna alteración o trastorno como dispareunia o síndrome
doloroso pélvico, y en el caso de una intervención quirúrgica
(prostatectomía). Hoy día existen numerosas alternativas terapéuticas no
invasivas destinadas a la prevención y el tratamiento de los trastornos
del suelo pélvico. Entre las opciones más recomendadas por su
efectividad destacan el ejercicio terapéutico, el entrenamiento muscular
del suelo pélvico y el control postural." Fuente y más información
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